Salidas escolares
Recientemente tuvimos una salida de práctica de campo de la materia de ecología,
cuando hace unas semanas la maestra comento que saldríamos de la escuela y en
horario de clases me alegré, mi sonrisa se borró cuando la escuché terminar la frase:
"...Arroyo hondo, se llama el lugar, cerca del Triunfo".
Lo que en pocas palabras es: Salida de campo. Bien entonces empezó mi cuenta regresiva.
Para los que no lo saben, me encanta la comodidad las ciudades y casi no me gusta ir a acampar o ir al monte o cosas por el estilo. En ese sentido soy una sangrona. No puedo decir que viene de familia, mis 2 padres son biólogos lo que quiere decir que les encanta andar en contacto con la naturaleza, el mar, animales, plantas, sol y arena.
Volvamos a lo mío.
La noche antes de la salida llevé el permiso a mis padres con la pequeña esperanza que dijeran que no les agradaba la idea...pobre ilusa. En menos de lo que tardé en razonar una buena excusa y hacer que la idea viajara desde mi cerebro a la boca, ya tenía el permiso firmado y de vuelta en mis manos.
Dormí bien durante la noche, sonó mi despertador y empecé a prepararme mentalmente para lo que sería la salida de campo. Me arreglé, tomé las cosas para el viaje, me embarré de bloqueador, tomé una lata de atún de la cocina y a la escuela. Se suponía que debía llegar antes de las 7:00am, llegué tarde como siempre. "Tal vez ya se fueron", pensé, y oh desilusión ahí seguía el camión y la maestra recibiendo los permisos. Salimos casi a las 7:40 a la práctica, para que todos fueran.
El viaje en el camión no estuvo tan malo, sin embargo lentamente vi como se terminaba la ciudad y empezaba la carretera directo al dichoso "Arroyo hondo".
El lugar tenía un paisaje muy acogedor: tierra por todos lados, mucho sol, cactus, una vaca muerta, un raquítico intento de pasto y alguno que otro árbol. Trataba de ver el lado bueno de la situación cuando la maestra dijo: Vamos a caminar 6 km hasta el lugar de la práctica.
¡¡6km en este lugar!! como habrá de intuirse no tengo la mejor condición física. Los pies se me hundían en la arena, el sol me quemaba la cara; me di cuenta del peso cada vez mayor de mi mochila ¿había necesidad de traer tantas cosas a este lugar? que, cabe mencionar, de arroyo y hondo tiene lo que yo de alta y gorda..¡nada!
Todo el camino vi lo mismo: arena, sol, monte, piedras y lagartijas huyendo del sol ¿o de mi? Llegamos al lugar de la práctica, bueno casi, una vez recorridos 4km paramos. El escenario escogido era exactamente igual a todo lo que habíamos caminado, ciertamente pudimos haber escogido un lugar menos desolador.
Empezamos a hacer cuadrantes y transectos, había que anotar temperatura, ph, flora, fauna, piedras y cosas por el estilo. Los nature lovers se emocionaron al ver los diferentes tipos de pasto, los insectos que están entre las rocas y un largo largo etcétera. Yo lo único que vi era pastito y una que otra hormiga. Me ofrecí de voluntaria para detener el estambre que delimitaba nuestro "transecto"; muy cómoda yo sentada en una piedra sosteniendo tan importante material de trabajo vi a mis amigas motivadas tratando de adivinar que tipo de planta había ahí, escalando entre las rocas y haciendo sus anotaciones.
Mientras tanto yo me dediqué a tomar algunas fotos y a ver las novedosas olimpiadas de tiro de palos de escoba que inauguraron mis compañeros, una tarea nada fácil debo decir. Fue entonces que escuché las palabras mágicas: terminamos. Era momento de comer, ya tenía tiempo escuchando a mi estómago pedirme comida constantemente. Caminamos un poco de regreso al autobús y encontramos una buena sombra bajo un árbol para nuestro pic-nic. Hubo de todo para compartir: burritos, sopa, atún, pollo, ensalada, sándwich, jugos, agua, te, soda, sabritas, etc.
Creo que eso fue lo mejor de la práctica, estar acostados bajo la sombra del árbol comiendo, incluso pensé "bueno tal vez esto del campo no es tan malo como parece"...me retracté en seguida, recordé que faltaban aún 4 km por caminar. El sol estaba en el centro del cielo, hacía mucho más calor, la arena estaba caliente, yo estaba más cansada que nunca y veía que el camino no tenía fin. No es necesario mencionar que fui de las últimos en regresar al camión ¿o si? Subí al transporte y estaba toda sudada, acalorada, asoleada y con ganas de acostarme en mi cama. Regresamos a la escuela antes de la hora de salida de clases, poco a poco vi como regresábamos a la ciudad (se que La Paz no es exactamente el mejor ejemplo de ciudad pero después de estar en medio del monte me pareció de la mejor). Después de llegar a la escuela y de responder a las preguntas "cómo te fue y qué tal el viaje" con una sonrisa de No pienso regresar y un limitado: muy bien, interesante experiencia, pude volver a mi casa. Comí en exceso, y después de un buen baño fui a gozar de una de las mejores comodidades que brinda la ciudad: el cine.
cuando hace unas semanas la maestra comento que saldríamos de la escuela y en
horario de clases me alegré, mi sonrisa se borró cuando la escuché terminar la frase:
"...Arroyo hondo, se llama el lugar, cerca del Triunfo".
Lo que en pocas palabras es: Salida de campo. Bien entonces empezó mi cuenta regresiva.
Para los que no lo saben, me encanta la comodidad las ciudades y casi no me gusta ir a acampar o ir al monte o cosas por el estilo. En ese sentido soy una sangrona. No puedo decir que viene de familia, mis 2 padres son biólogos lo que quiere decir que les encanta andar en contacto con la naturaleza, el mar, animales, plantas, sol y arena.
Volvamos a lo mío.
La noche antes de la salida llevé el permiso a mis padres con la pequeña esperanza que dijeran que no les agradaba la idea...pobre ilusa. En menos de lo que tardé en razonar una buena excusa y hacer que la idea viajara desde mi cerebro a la boca, ya tenía el permiso firmado y de vuelta en mis manos.
Dormí bien durante la noche, sonó mi despertador y empecé a prepararme mentalmente para lo que sería la salida de campo. Me arreglé, tomé las cosas para el viaje, me embarré de bloqueador, tomé una lata de atún de la cocina y a la escuela. Se suponía que debía llegar antes de las 7:00am, llegué tarde como siempre. "Tal vez ya se fueron", pensé, y oh desilusión ahí seguía el camión y la maestra recibiendo los permisos. Salimos casi a las 7:40 a la práctica, para que todos fueran.
El viaje en el camión no estuvo tan malo, sin embargo lentamente vi como se terminaba la ciudad y empezaba la carretera directo al dichoso "Arroyo hondo".
El lugar tenía un paisaje muy acogedor: tierra por todos lados, mucho sol, cactus, una vaca muerta, un raquítico intento de pasto y alguno que otro árbol. Trataba de ver el lado bueno de la situación cuando la maestra dijo: Vamos a caminar 6 km hasta el lugar de la práctica.
¡¡6km en este lugar!! como habrá de intuirse no tengo la mejor condición física. Los pies se me hundían en la arena, el sol me quemaba la cara; me di cuenta del peso cada vez mayor de mi mochila ¿había necesidad de traer tantas cosas a este lugar? que, cabe mencionar, de arroyo y hondo tiene lo que yo de alta y gorda..¡nada!
Todo el camino vi lo mismo: arena, sol, monte, piedras y lagartijas huyendo del sol ¿o de mi? Llegamos al lugar de la práctica, bueno casi, una vez recorridos 4km paramos. El escenario escogido era exactamente igual a todo lo que habíamos caminado, ciertamente pudimos haber escogido un lugar menos desolador.
Empezamos a hacer cuadrantes y transectos, había que anotar temperatura, ph, flora, fauna, piedras y cosas por el estilo. Los nature lovers se emocionaron al ver los diferentes tipos de pasto, los insectos que están entre las rocas y un largo largo etcétera. Yo lo único que vi era pastito y una que otra hormiga. Me ofrecí de voluntaria para detener el estambre que delimitaba nuestro "transecto"; muy cómoda yo sentada en una piedra sosteniendo tan importante material de trabajo vi a mis amigas motivadas tratando de adivinar que tipo de planta había ahí, escalando entre las rocas y haciendo sus anotaciones.
Mientras tanto yo me dediqué a tomar algunas fotos y a ver las novedosas olimpiadas de tiro de palos de escoba que inauguraron mis compañeros, una tarea nada fácil debo decir. Fue entonces que escuché las palabras mágicas: terminamos. Era momento de comer, ya tenía tiempo escuchando a mi estómago pedirme comida constantemente. Caminamos un poco de regreso al autobús y encontramos una buena sombra bajo un árbol para nuestro pic-nic. Hubo de todo para compartir: burritos, sopa, atún, pollo, ensalada, sándwich, jugos, agua, te, soda, sabritas, etc.
Creo que eso fue lo mejor de la práctica, estar acostados bajo la sombra del árbol comiendo, incluso pensé "bueno tal vez esto del campo no es tan malo como parece"...me retracté en seguida, recordé que faltaban aún 4 km por caminar. El sol estaba en el centro del cielo, hacía mucho más calor, la arena estaba caliente, yo estaba más cansada que nunca y veía que el camino no tenía fin. No es necesario mencionar que fui de las últimos en regresar al camión ¿o si? Subí al transporte y estaba toda sudada, acalorada, asoleada y con ganas de acostarme en mi cama. Regresamos a la escuela antes de la hora de salida de clases, poco a poco vi como regresábamos a la ciudad (se que La Paz no es exactamente el mejor ejemplo de ciudad pero después de estar en medio del monte me pareció de la mejor). Después de llegar a la escuela y de responder a las preguntas "cómo te fue y qué tal el viaje" con una sonrisa de No pienso regresar y un limitado: muy bien, interesante experiencia, pude volver a mi casa. Comí en exceso, y después de un buen baño fui a gozar de una de las mejores comodidades que brinda la ciudad: el cine.
Agh, yo odio salir al monte y veces hasta la playa. Eso de acampar y dormir en el suelo duro no es para nada lo mío. Es lo malo de vivir en el desierto.
ResponderEliminarYoo soy la recolectora de plantitas! :D
ResponderEliminarhaha,ay claruu tu y tu ser..creo qe se
puede llamar umh..FLOJA xp
yo andaba casi desmayandome pero motivada
haha(; pero si, caminamos demasiado'haha
Floooooooooooooja, y siin condicionn :D
ResponderEliminarTe quiero :D
P.D. Floja
Tendré que sacarte de mi testamento, ha sido un golpe muy duro para mí saber que no amas una de las cosas que para la ñoña de tu maestra constituyen parte de su razón de ser, y por lo que aguanta el estress de pasarsela en el carro todo el maldito día entre trabajo y mandados. La claudia es causa perdida... pero tu... tu!
ResponderEliminaraa bueno algun defectito debia de tener noo?
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